jueves, 30 de junio de 2016

Carmilla, de Sheridan Le Fanu (fragmento)

Los jóvenes se enamoran y encariñan al primer impulso. Me lisonjeaba el evidente afecto que me demostraba aquella joven, aunque me parecía que yo no había hecho nada para merecerlo. Me encantó la confianza que me había demostrado desde el primer momento. Parecía indudable que estábamos predestinadas a ser amigas intimas. Llegó el día siguiente, y volvimos a vernos. Su compañía me hacía feliz por muchas razones. A la luz del día no había perdido su encanto. Era, sin duda, la más hermosa criatura que jamás había visto, y el desagradable recuerdo que conservaba de su aparición en el curso de mi sueño infantil se había trocado en una placentera sensación. La joven me confesó que también ella había experimentado un sobresalto al reconocerme, y el mismo sentimiento de repulsión que se mezclaba a mi simpatía. Las dos nos reímos de nuestro asombro. He dicho que había en ella muchas cosas que me fascinaban, pero también otras que me desagradaban. Empezaré por describirla físicamente: era de estatura mediana, delgada y de formas muy armoniosas. Aparte de que sus movimientos eran lánguidos —verdaderamente muy lánguidos—, nada en su aspecto denotaba que estuviera enferma. Tenía una tez sonrosada y luminosa, y sus facciones eran pequeñas y correctas. Sus ojos eran negros y brillantes, sus cabellos realmente espléndidos: no he visto nunca una cabellera tan larga y sedosa como la suya cuando la soltaba sobre sus hombros. A menudo sumergía mi mano entre sus cabellos y reía tontamente ante lo insólito de su peso. Eran unos cabellos mórbidos y vivos, de color castaño oscuro con reflejos dorados. Me gustaba sentirlos en mi mano y luego soltarlos mientras mi amiga, sentada en un sillón, hablaba sin cesar. Me gustaba retorcerlos, entrelazarlos, jugar con ellos. ¡Cielo santo! Si lo hubiese sabido todo!

(...)

A veces, después de un largo período de indiferencia, mi extraña y bellísima amiga me cogía súbitamente la mano, estrechándomela con pasión. Se sonrojaba y me miraba con ojos ora lánguidos, ora de fuego. Su conducta era tan semejante a la de un enamorado, que me producía un intenso desasosiego. Deseaba evitarla, y al propio tiempo me dejaba dominar. Carmilla me cogía entre sus brazos, me miraba intensamente a los ojos, sus labios ardientes recorrían mis mejillas con mil besos y, con un susurro apenas audible, me decía:

—Serás mía.., debes ser mía... Tú y yo debemos ser una sola cosa, y para siempre.


Carmilla, Sheridan Le Fanu  (1872)

lunes, 27 de junio de 2016

Embarazados (reseña)

Cuando los intentos de Alina y Fran por tener un hijo no dan sus frutos, deciden probar con la fecundación in vitro. A partir de ese momento las cosas comenzarán a complicarse en sus vidas y tendrán que replantearse qué quieren realmente, aunque eso afecte a su propia relación.

Esta película de Paco León y Alexandra Jiménez narra las aventuras y desventuras de una pareja que empieza a verse mayor para tener hijos y debe recurrir a la fecundación artificial. Es difícil definirla porque aunque se presenta como una comedia romántica, acaba resultando bastante dramática por momentos. El sabor agridulce que deja no es desagradable, pero su ritmo irregular y los cabos sueltos en el guión pesan demasiado para mi gusto.

Hay buenos actores, tanto principales como secundarios, hay momentos graciosos y Paco León tiene una innegable vis cómica que salva las escenas la mayoría de las veces. Sin embargo a medida que pasan los minutos la seriedad va ganando terreno y resulta extraño porque, a pesar de que los gags continúan, no hay contrapeso posible para algunos de los demoledores encontronazos entre los protagonistas.

La historia no es mala pero las subtramas de relleno perjudican en vez de ayudar y acabas pensando qué fue de éste o aquel personaje. Resumiendo, es entretenida pero a ratos te preguntas dónde quiere ir a parar y si directora y guionistas acertaron con el tono general. Viendo el trailer de nuevo queda claro que con los cortes adecuados y una buena música de fondo puedes vender lo que sea como la comedia del año. Por desgracia, ésta no lo es.


martes, 21 de junio de 2016

Escribiendo diálogos

Envidio a los autores que son capaces de escribir diálogos fluidos y naturales sin ningún problema. Por mi parte siempre tengo la sensación de que mis personajes son parcos en palabras y dudo de si su forma de expresarse será lo bastante "real". Ésta última afirmación tiene truco porque por muy bien escritos que estén, los personajes de una novela jamás hablarán como la gente de la calle.

No se trata de una cuestión de calidad, simplemente es la constatación de un hecho: charlar a viva voz no se parece a la palabra escrita. Si tratásemos de transcribir una conversación con amigos o familiares nos encontraríamos con redundancias, incongruencias, onomatopeyas, todo tipo de construcciones extrañas que aunque son "naturales" al oído, no encajan en una hoja de papel.

¿Cuál es el truco entonces? La clave, en mi opinión, es escuchar. Cada persona con la que nos topamos en el día a día tiene un tono diferente, le gustan unas palabra concretas y se expresa con una intensidad propia. A nivel de contenido, unos pueden recurrir más al humor, otros ser más secos, según su personalidad o cómo se hayan levantado esa mañana. Como escritor me gusta tomar nota mentalmente de esos detalles porque son los que pueden servir luego para elaborar un personaje.

Un buen diálogo novelesco es un intercambio de información relevante entre dos protagonistas. Si no nos aporta algo nuevo y no hace avanzar la trama, no merece estar ahí. Los implicados, además, deben comunicarnos cosas sobre sí mismos, directa o indirectamente. ¿Cuál es su estado de ánimo en ese momento? Y a un nivel más amplio, ¿cómo nos transmiten las palabras su personalidad? ¿Cuál es su historia personal? ¿De dónde viene? ¿Es un hombre educado e impecable al hablar o es rudo y con acento? Ahí es donde podemos utilizar lo que oímos en la calle día tras día, ya sea como marcas para individualizar a cada uno o como rasgos relevantes e intransferibles.

Escribir buenos diálogos es todo un arte y como tal, cuesta dominarlo. Un buen consejo, repetido en muchos manuales, es leer en voz alta nuestro texto, ya sea solos o con ayuda de otra persona. Si el intercambio suena artificial, forzado o aburrido, será señal de que hay que reescribir.


viernes, 17 de junio de 2016

Música para escribir: Amber Run - I Found

miércoles, 15 de junio de 2016

Nick y Norah, una atípica película romántica

Nick and Norah's Infinite Playlist es el título en inglés, mucho más poético, de esta película de 2008 protagonizada por Michael Cera y Kat Dennings. Nick es el bajista de un grupo indie, destrozado por la reciente ruptura con su novia. Norah es la hija de un productor de música, a punto de ir a la universidad y paralizada por las decisiones sobre su futuro. Sus caminos se cruzarán una noche mientras salen en busca de un concierto secreto de los míticos Where's Fluffy?

Reconozco que en un primer momento tuve mis reservas con este título, sobre todo por la poca química que les suponía a los actores principales. También pudo ser por la sobredosis de Michael Cera, que en aquella época parecía estar hasta en la sopa, y para colmo haciendo siempre el mismo papel. No se puede decir que aquí sea muy diferente (colaría como primo hermano de Scott Pilgrim), pero encaja mejor de lo que esperaba.

Nick y Norah es una de esas historias en las que todo ocurre en unas pocas horas, una noche loca en la que descubriremos a los protagonistas, con todos sus puntos fuertes y débiles, sus contradicciones y sus sueños. Quizá eso sea lo mejor, poder acompañarles, como testigos invisibles, en ese viaje en el que se descubrirán a sí mismos y uno al otro. Fresca, sencilla y sin pretensiones (bueno, quizá algunas), con cierto aire hipster pero también parodiándolo, la película apuesta por mezclar humor y un romanticismo atípico a partes iguales. Me gustó especialmente la sensación de que las cartas estaban sobre la mesa casi desde el principio y el hecho de que bajo su capa de ligereza juvenil se dejasen caer reflexiones sobre la vida y las relaciones mucho más profundas de lo que cabría esperar.

El mayor acierto de Nick y Norah es no dejarse amilanar y ser fiel a su intención tener personalidad propia, con su música, sus diálogos y sus extraños personajes. Gracias a eso puede que descubramos, para nuestra sorpresa, que tenemos más en común con unos veinteñeros de Nueva York de lo que jamás habríamos supuesto. O simplemente que todos, independientemente de nuestra procedencia, afrontamos los mismos miedos, cargamos con anclas emocionales o no cuesta resignarnos cuando se trata de perseguir nuestros sueños. Sólo por eso ya merece la pena.

(Ah, y para los booklovers, está basada en una novela.)


viernes, 10 de junio de 2016

Amanecer en Venecia (fragmento)


"El amanecer creció sobre la ciudad tiñendo las aguas y los edificios de dorado. En su pedestal el león alado pareció sonreír al recibir los primeros rayos de sol. El campanile de San Marcos pintó una estilizada aguja sobre los tejados, conjurando un reloj invisible que marcaba el momento en el que todos los venecianos comenzaban a desperezarse. Su recorrido señalaría también las diferentes etapas del bullicio compartido entre habitantes y turistas, desde el despertar somnoliento y el frenético recorrido por plazas, canales y calles estrechas, hasta la caza de fotos o souvenirs. El ánimo flaquearía más allá del mediodía, tras la comida, atrapados por la seductora promesa de una cabezada bajo las frescas sombras de los palacetes. La noche, como siempre, sería el último refugio de los más aventureros."

Un pequeño fragmento del lugar en el que se encuentra sumergida mi imaginación por ahora: Venecia. La segunda parte de 'Collar negro, collar blanco' sigue adelante en tierras italianas.

miércoles, 8 de junio de 2016

La quinta ola y el amor a primera vista

La quinta ola es una película de ciencia ficción, adaptación de la novela del mismo título de Rick Yancey. Pertenece a una trilogía, aunque no es seguro las siguientes entregas vayan a trasladarse a la gran pantalla, teniendo en cuenta las malas críticas y el moderado éxito en taquilla de ésta. En este artículo hablaré de algunos aspectos de la trama, tratando de no hacer spoilers.

La protagonista de la historia es Cassie, una chica de instituto que ve cómo su mundo se desmorona cuando una nave extraterrestre aparece en el cielo y comienza una serie de ataques destinados a conquistar la Tierra. Tras las cuatro primeras "olas", ella y su hermano pequeño Sam se verán abocados a tratar de sobrevivir por su cuenta. Sin embargo la amenaza de la quinta ola penderá sobre sus cabezas de maneras inesperadas.

Esta película se lanza a la acción de inmediato y deja pocos momentos de relax. Su desarrollo es rápido, a veces casi demasiado, supongo que por la necesidad de resumir en poco más de hora y media las más de cuatrocientas cincuenta páginas de la novela. A pesar de todo resulta entretenida y se puede empatizar con los personajes, todo un logro después de la sucesión de protagonistas insufribles de Los juegos del hambre, El corredor del laberinto o Divergente.

La quinta ola es más ligera que todas las anteriores, tiene una trama clásica y maneja bien los puntos de vista. Quizá por ello resulta, en conjunto, más amena. Entre los puntos negativos, el escaso desarrollo de Cassie y los demás, un problema que aqueja a casi todas las adaptaciones. Es una lástima porque las relaciones interpersonales, que podrían ser uno de los puntos fuertes, quedan desdibujadas. En última instancia, el "amor a primera vista" que mencionaba en el título acaba por resultar inverosímil.

El amor en la mayoría de las obras de ficción ya resulta de por sí apresurado e idílico. Los personajes se conocen y salvo algún obstáculo puntual, su amor queda claro desde el primer momento en el que se ven. Sea explícita o no, la conexión romántica se establecerá entre ellos y la novela o película nos relatará el paso del conocerse-odiarse-amarse como si fuese lo más natural del mundo. Los lectores/espectadores podemos aceptarlo como algo natural, un cliché de ciertos géneros o simplemente, la magia del cine. Sin embargo, a pesar de todo lo que podamos poner por nuestra parte, hace falta un trabajo de fondo para que esa relación tenga un mínimo de credibilidad. Y esta película no lo tiene.

Se puede argumentar que hay poco tiempo, muchas cosas que contar, etc. No es excusa. Algunas de las mejores historias de amor del celuloide han ocupado noventa minutos o menos, y todos lo sabemos. No hay motivos para hacerlo mal salvo la torpeza o el desinterés, y menos aún cuando los medios sobran. Dicho esto, un humilde consejo para el futuro: señores directores, señores guionistas... mimen un poco más su obra y dejen de tomar atajos, por favor.


viernes, 3 de junio de 2016

Música para escribir: Tom Odell - Another Love

miércoles, 1 de junio de 2016

Crónica de un mes literario

Parece mentira que ya haya pasado un mes desde la publicación de 'Collar negro, collar blanco'. Los días se han ido volando y la sensación general ha sido de satisfacción por haber puesto en marcha -al fin- un proyecto que llevaba años rondando por mi mente. Si tuviese que quedarme con un momento concreto, sería en el que vi aparecer por primera vez la portada en Amazon. Fue entonces cuando todo se volvió más real. Quedaba mucho por delante, pero el primer paso estaba dado.

Otro descubrimiento agradable ha sido la cariñosa acogida de la gente. Desde aquí quiero agradecer de corazón a Ayla, que ha estado conmigo desde el principio, y a todas aquellas personas que me han apoyado y siguen haciéndolo. Gracias por los consejos, los ánimos y los buenos deseos. Uno de los mejores aspectos de este viaje está siendo las amistades hechas por el camino.

En el lado negativo, resultó un jarro de agua fría encontrar el libro pirateado al día siguiente de su publicación, pero creo que hay que aceptarlo como algo inevitable. No merece la pena agotarse peleando contra molinos de viento.

Nervios, dudas, incertidumbre. Hay mucho de eso todavía, pero estoy convencido de que mientras haya ilusión se puede con todo. Quedan muchas páginas que escribir, novelas que publicar y trabajo por hacer pero, visto lo visto, estoy más animado que nunca para afrontarlo.

De nuevo, sólo puedo decir gracias por ayudarme a hacerlo posible.

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